
La angiografía coronaria por tomografía computada (ATC coronaria) es una prueba de imagen rápida y no invasiva que proporciona vistas detalladas de las arterias coronarias. Ayuda a detectar la acumulación de placa o bloqueos que podrían conducir a enfermedades cardíacas, lo que permite un diagnóstico temprano y la prevención de eventos cardíacos graves.
Hasta hace poco, la mejor manera de ver el interior del corazón y de los grandes vasos sanguíneos era realizar un cateterismo cardíaco, un procedimiento invasivo que requiere insertar un pequeño tubo (catéter) en el brazo o la pierna y guiarlo hasta el corazón. Este procedimiento, junto con un tinte de contraste y una máquina de rayos X especial, permite visualizar posibles obstrucciones. El problema es que es un procedimiento largo e invasivo.
Ahora existe una alternativa más segura y no invasiva. Gracias a los avances tecnológicos constantes, una CTA coronaria puede producir una imagen 3D altamente precisa del corazón y de los grandes vasos.
La CTA coronaria se realiza utilizando un escáner Siemens Spiral CT Somatom Sensation de 64 cortes, que no es un equipo cerrado, por lo que no hay riesgo de claustrofobia. El paciente se recuesta cómodamente sobre la mesa mientras recibe una inyección de medio de contraste para ayudar a visualizar los vasos sanguíneos. Se toman imágenes transversales que luego se ensamblan digitalmente para formar una vista extremadamente detallada del corazón y de los vasos, lo que permite al cardiólogo detectar cualquier obstrucción, incluso aquellas que son tan pequeñas que no pueden observarse con ninguna otra prueba no invasiva.
Esta es una de las herramientas más importantes para la prevención y el diagnóstico de la enfermedad arterial coronaria (EAC) incluso años antes de que aparezcan los síntomas. Es extremadamente precisa, notablemente rápida y con un riesgo y malestar significativamente menores que un procedimiento invasivo.
¿Eres un candidato?
La angiografía coronaria por tomografía computarizada está recomendada para personas mayores de 35 años con:
- Presión arterial alta
- Colesterol alto
- Diabetes
- Altos niveles de estrés
- Historial de tabaquismo
- Antecedentes familiares de enfermedades cardíacas
- Obesidad
- Dolor en el pecho